La temperatura es una medida de cuán caliente o frío está un objeto. De manera similar, la humedad se refiere a la presencia de agua en el aire. Pero la relación entre estos dos conceptos y la diferencia entre ellos es lo que confunde a muchos. Este artículo diferenciará entre los dos términos y también explicará cómo los dos están relacionados y tienden a afectarnos durante los veranos.

Temperatura

Probablemente la temperatura es una de las cantidades que más se mide en todo el mundo. Cuanto más alta es la temperatura, más calor hace y así nos sentimos en los veranos. La temperatura del aire se rige directamente por la radiación solar, y cuanto mayor es la cantidad de energía solar en el medio ambiente, mayor es la temperatura del aire. La temperatura es una cantidad que se mide con un termómetro y sus unidades son Centígrados y Fahrenheit.

Humedad

A una temperatura dada, la cantidad de vapor de agua presente en el aire se denomina humedad. Es un hecho que el aire puede contener más agua cuando está caliente. Existe otro concepto llamado humedad relativa, que es un porcentaje de la cantidad real de vapor de agua presente en el aire con respecto a lo que el aire puede contener a esa temperatura en teoría. Los higrómetros son los aparatos que se utilizan para medir la humedad presente en el aire.

Veamos cómo nos afecta la humedad en los veranos. La humedad no puede cambiar la temperatura del aire, pero afecta la forma en que el cuerpo percibe esa temperatura. Hay momentos durante los veranos en los que incluso las altas temperaturas no nos hacen sentir calor y podemos arreglárnoslas con facilidad. 22 grados centígrados en el Reino Unido son mucho más calientes que 22 grados centígrados en Sudáfrica. Bueno, cuando la temperatura del aire es la misma, uno debería sentir lo mismo en ambos lugares, pero en realidad, la gente en el Reino Unido siente más calor debido a la presencia de alta humedad en el aire que no permite que la transpiración se evapore. Cuando la humedad es baja, la transpiración tiende a evaporarse rápidamente, haciendo que nuestros cuerpos se sientan más frescos. Sin embargo, cuando el aire es rico en vapor de agua, la transpiración no tiene la posibilidad de evaporarse haciéndonos sentir sudorosos todo el tiempo y sentimos que la misma temperatura es más caliente en un lugar que en otro.