¿Alguna vez te has hecho un moretón o una abrasión y te has preguntado cuál es la diferencia entre los dos? Si bien ambas lesiones a menudo resultan de algún tipo de impacto o trauma en la piel, en realidad son bastante diferentes. Comprender las diferencias entre un moretón, también conocido como hematoma, y una abrasión puede ayudarte a tratar y controlar mejor este tipo de lesiones. En este artículo exploraremos la diferencia entre estos dos tipos de lesiones y cómo manejar mejor cada una.

¿Qué es un moretón?

Un moretón o hematoma, también conocido como contusión, es un tipo de lesión que ocurre cuando pequeños vasos sanguíneos cerca de la superficie de la piel se rompen y sangran en el tejido circundante. Estos vasos sanguíneos, llamados capilares, pueden dañarse por un traumatismo con objeto contundente, como un golpe o una caída. Los moretones suelen aparecer como marcas negras y azules en la piel y pueden ser dolorosos, sensibles e hinchados.

¿Qué es una Abrasión?

Una abrasión, también conocida como raspadura, es un tipo de lesión que ocurre cuando la piel se frota o raspa contra una superficie áspera. A diferencia de los moretones, las abrasiones no implican sangrado debajo de la piel. En su lugar, se raspa la capa superior de la piel, dejando una herida abierta. Las abrasiones pueden variar en severidad y van desde un rasguño menor hasta una herida profunda que expone los tejidos subyacentes.

Causas de moretones y abrasiones

Los moretones son comúnmente causados por caídas, golpes u otras lesiones por fuerza contundente. Las personas que practican deportes de contacto, como el fútbol o el hockey, también son más propensas a sufrir moretones. Las abrasiones, por otro lado, generalmente son causadas por el contacto físico con una superficie rugosa, como pavimento, papel de lija u hormigón. Las lesiones deportivas, los accidentes de bicicleta y las caídas también son causas comunes de abrasiones.

Cómo tratar moretones y abrasiones

El tratamiento de un hematoma implica controlar el dolor y la hinchazón. Aplicar hielo en el área afectada durante 20 minutos a la vez puede ayudar a reducir la hinchazón, mientras que los analgésicos como el ibuprofeno también pueden ayudar a aliviar el dolor. Descansar el área afectada y elevarla por encima del corazón también puede ayudar a promover la curación. Las abrasiones deben limpiarse a fondo con agua y jabón para evitar infecciones. Use un ungüento antibiótico y cubra la herida con un vendaje estéril para evitar que entren bacterias en la herida. Las abrasiones más graves pueden requerir atención médica profesional.

Cuándo buscar ayuda profesional

La mayoría de los moretones y abrasiones menores se pueden tratar en casa con prácticas básicas de primeros auxilios. Sin embargo, si un hematoma se acompaña de dolor extremo, hinchazón o dificultad para mover el área afectada, o si no comienza a mejorar después de una o dos semanas, debe buscar atención médica. Del mismo modo, si una abrasión es profunda o muestra signos de infección, como enrojecimiento, hinchazón, calor, pus o fiebre, debe buscar atención médica para evitar complicaciones adicionales.

Resumen

Comprender las diferencias entre hematomas y abrasiones es importante para manejar mejor estas lesiones. Mientras que los moretones implican sangrado debajo de la piel y se presentan como marcas negras y azules, las abrasiones implican raspar la capa superior de la piel, dejando una herida abierta. Para tratar los moretones, debe concentrarse en controlar el dolor y la hinchazón, mientras que limpiar una abrasión con agua y jabón y cubrirla con un ungüento antibiótico y un vendaje estéril puede ayudar a promover la curación y prevenir infecciones. Recuerde, en caso de duda, busque atención médica para evitar complicaciones adicionales.