Aquí te diremos qué diferencia hay entre hipotermia y neumonía, ya que muchas personas confunden sus síntomas y piensan que es la misma enfermedad.

A nadie nos gusta estar enfermos; sin embargo, en ocasiones es inevitable que nos de una gripe y más si nuestro sistema inmune está bajo o nos exponemos a personas que están enfermas, ya que pueden contagiarnos. Existe un sinnúmero de enfermedades que se manifiestan con diferentes síntomas.

Qué diferencia hay entre hipotermia y neumonía

Foto de The Hudson Family con licencia CC BY 2.0

Hipotermia

La hipotermia es una enfermedad que se manifiesta cuando la temperatura del cuerpo es demasiado baja a la temperatura normal que requiere el cuerpo para que tenga un apropiado desempeño y metabolismo. La temperatura normal del cuerpo debe ser alrededor de 36.5 grados centígrados y se diagnostica hipotermia cuando la temperatura del cuerpo es inferior a 35 grados centígrados.

Signos y síntomas de la hipotermia:

Escalofríos incontrolados
Dificultad en el habla
Pérdida gradual de la claridad mental, letargo, confusión, pérdida de memoria
Respiración lenta
Pérdida gradual de la capacidad física, pérdida de coordinación
Piel fría
Palidez

La hipotermia puede causar que el cuerpo entre en estado de coma y eventualmente la muerte. Es importante aumentar la temperatura de las personas que sufren hipotermia.

Neumonía

La neumonía es un término general usado para describir varios tipos de inflamación pulmonar. Esta enfermedad ocurre frecuentemente en niños, ancianos y personas que están inmunocomprometidas. No contagiosa, sin embargo, es una enfermedad pulmonar incurable y sin un tratamiento oportuno cualquier tipo de neumonía puede ser mortal.

La neumonía puede afectar a uno o ambos del parénquima pulmonar, que son causados por diversos factores. Los factores más comunes de neumonía son los virus y bacterias. Aunque algunas son causadas por la inhalación de sustancias químicas o de otro tipo que irritan el parénquima pulmonar y provoca que se inflame. A continuación te explicamos cuáles son los diferentes tipos de neumonía y sus principales causas.

Neumonía viral

Este tipo de neumonía es causada por un virus que infecta a niños, ancianos y  personas inmunocomprometidas. Ellos son los más susceptibles a este tipo debido a su bajo sistema inmunológico. La neumonía viral se manifiesta de la siguiente manera:

Inflamación de la garganta
Tos con flemas o tos seca
Leve o fuerte dolor de cabeza
Resfriado
Inflamación o hinchazón de los ganglios linfáticos
Molestias en el pecho
Malestar general del cuerpo
Convulsiones leves

Neumonía bacteriana

Este tipo de neumonía es causada por una infección de bacterias gram-positivas o gram-negativas, pero las bacteria más común que causan esta afección pulmonar es la Estreptococo pneumoniae. Los signos y síntomas que se manifiestan en este tipo de neumonía son mucho más graves en comparación de la neumonía viral y es más común entre adultos y personas inmunocomprometidas. Se manifiesta de la siguiente manera:

Tos con flemas
Dificultad para respirar
Cianosis (coloración azulada de los labios y las uñas causada por falta de oxígeno)
Malestar y dolor en el pecho
Náuseas asociadas con dolor abdominal
Dolor y debilidad muscular
Cuando la neumonía bacteriana se encuentra en una fase avanzada, la persona expulsa sangre por medio de tos la cual se analiza.

Neumonía por aspiración

Este tipo de neumonía es causada por la inhalación de sustancias extrañas, tales como: gases químicos, líquidos, partículas de polvo y otros irritantes. Los signos y síntomas no siempre son graves y pueden resolverse en pocos días. Pero en algunos casos la aspiración de alimentos, líquidos y vómitos puede ser perjudicial y puede causar un paro respiratorio e incluso la muerte. Los síntomas comunes de la neumonía por aspiración son:

Tos seca
Dolor en el pecho
Sibilancias al respirar
Dificultad para respirar.

Neumonía atípica

La neumonía atípica es causada por Mycoplasma pneumoniae. Este tipo es generalmente leve y produce el mismo tipo de síntomas que de la neumonía bacteriana. La neumonía atípica se desarrolla poco a poco y no presenta síntomas graves hasta después de varios días de haberse infectado.

La neumonía puede afectar a cualquier persona, pero puede ser tratada sin hospitalización, excepto en los casos graves. Las enfermedades pulmonares no deben tomarse a la ligera especialmente en niños, ancianos y personas inmunocomprometidas. Por lo tanto, si llegas a presentar alguno de los síntomas antes expuestos, acude con tu médico.