Es posible que la historia del gobierno no se conozca exactamente, pero es seguro decir que el gobierno es tan viejo como la sociedad humana misma. En algún momento del pasado “a medida que la población creció en un área particular, hubo presión para tener un sistema de leyes que los miembros de la sociedad debían seguir ya que el caos reinaría en una sociedad si no hubiera un órgano de gobierno que estableciera pautas para poner orden en la vida de los habitantes. El orden público y el mantenimiento de la seguridad son vitales para todas las sociedades.
Las poblaciones más grandes exigen un conjunto de reglas más complejas, y a medida que la sociedad crece, los gobiernos también evolucionan. En diferentes regiones y en ciertos puntos del tiempo, florecieron diferentes tipos de gobierno.
Foto modificada de Heralder con licencia CC BY-SA 3.0.
La monarquía es una forma de gobierno que era muy común durante la antigüedad y la época medieval. El poder supremo se le otorga a un individuo y puede ser absoluto. El “jefe de estado” de una tierra con este tipo de gobierno a menudo ostenta el título de por vida o hasta la abdicación. El líder, que se llama monarca, está totalmente apartado de todos los demás miembros del estado. El monarca generalmente hace todas las leyes y decisiones (legislativas, judiciales y ejecutivas).
Lo anterior está en claro contraste con la Democracia. La democracia es un tipo de gobierno llevado a cabo por el pueblo, ya sea directa o indirectamente. Un subtipo raro es “Democracia Directa” pero sólo factible para un área pequeña y con una población pequeña. La forma común de practicar este tipo de gobierno es otorgando el poder de gobernar a los representantes electos.
La democracia se basa en un principio de igualdad y libertad. Igualdad definida en términos en que todos los ciudadanos son todos iguales ante la ley. Básicamente, las posiciones y los estados no importan; cuando alguien viola la ley, él o ella está sujeto a sanciones. La monarquía es diferente en el sentido de que los altos funcionarios, especialmente el monarca, a menudo no están restringidos por la ley, ya que ellos mismos hacen la ley sin más deliberaciones.
A todos los ciudadanos de una nación democrática se les prometen ciertas libertades legitimadas, que generalmente están protegidas por una constitución. La monarquía también puede otorgar este privilegio, pero todo depende de las preferencias e inclinaciones del monarca.
Sin embargo, la monarquía de los nuevos tiempos ya no se define en términos de poder político ilimitado ya que se ha convertido en un gobierno más amigable para los ciudadanos. Ahora hay monarquías constitucionales y esto borró de algún modo las líneas entre los principios de la democracia y las raíces definitorias de la monarquía.
La característica común de la monarquía es que la regla se transmite a través del pariente más cercano “Regla hereditaria”. Esto es en absoluto desprecio a los principios de la democracia donde la elección de las personas es el código de gobierno.
Resumen
- La monarquía es una forma de gobierno donde un estado está encabezado por un monarca, mientras que la democracia es un gobierno encabezado por representantes electos.
- El poder y la posición se transmiten a través del patrimonio y la línea de sangre en la Monarquía, mientras que la democracia apoya principalmente las elecciones (las personas eligen).
- En la monarquía, el poder supremo se le otorga a un individuo mientras que en la Democracia, el poder de gobernar se lleva a cabo directa o indirectamente por el pueblo.
- En Democracia, todo es igual ante la ley, mientras que en la Monarquía, el monarca es la ley.
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