A medida que comparemos qué diferencia hay entre un colchón de látex y uno de memoria, te explicaremos cómo se elaboran y sus características.

Colchón de memoria

El uso de la espuma de memoria tuvo sus inicios en la década de 1930 bajo la investigación de Otto Bayer y se utilizó en el Hospital Lankenau en 1965. Fue desarrollado aún más por la NASA en el 1960.

Básicamente se trata de un producto a base de petróleo usando espuma de poliuretano. Los polioles, isocianatos, y varios agentes que provocan alguna reacción diferente son mezclados y se compactan en espuma, la cual se vierte en un molde provocando una reacción química exotérmica. El paso siguiente es el de crear una matriz de celdas abiertas. Esto se logra mediante cualquier infusión de gas o algún agente de expansión similar o mediante un proceso de sellado al vacío. Este se enfría y posteriormente es re-calentado para “curar”. El resultado final es un material que ya no es reactivo y tiene una propiedad de sangría.

Qué diferencia hay entre un colchón de látex y uno de memoria

Foto de Dave Matos con licencia CC BY-SA 2.0

Esta propiedad es lo que se ajusta a tu cuerpo durante el sueño. Existen diferentes procesos para crear propiedades diferentes de la sangría, por ejemplo, la sangría de reflexión de fuerza (IFR) o sangría de carga de desviación (ILD), la fuerza que se requiere para hacer una sangría del 25% en una espuma espesa cuadrada de cuatro pulgadas. Esta medición se acopla con mediciones de la densidad de espuma de hasta 7 lbs. Cuando se obtiene la densidad a ILD se puede crear una combinación que se adapte a casi cualquier persona, sin importar el peso.

Colchón de látex

La composición de látex, en general, es de goma. Es una sustancia de color blanco lechoso extraído de árboles de caucho (Ficus elastica). El árbol más común usado al día de hoy es el de caucho de Pará (Hevea brasiliensis). Existen dos métodos para la fabricación de un colchón de látex que se llaman Dunlop y el Talalay, ambos utilizan una pequeña cantidad de aditivos o mezclas que pueden provocar que el material se solidifique.

Método Dunlop

El Método Dunlop requiere la mezcla de aditivos para crear una sustancia espumosa. Después se coloca en los moldes y se calienta en un horno hasta que se solidifique. Una vez que esto se ha completado, pasa por un ciclo de lavado o eliminación de los residuos sólidos no deseados. Se corta en bloques para el uso previsto y se seca al aire. Es entonces listo para su distribución.

Método Talalay

En este proceso se crea el líquido, el cual se vacía en moldes de la forma deseada, se sella y se crea un vacío por extracción del aire que permite una distribución uniforme de la espuma dentro del molde. Después se congela rápidamente y se calienta hasta que se solidifique. Una vez enfriado, entonces se puede cortar en bloques, éstos no pueden ser muy grandes, si se requiere un colchón grande se cortan bloques pequeños y son pegados entre sí. Este proceso crea una textura diferente que el Método de Dunlop.

El colchón de látex se pretende que sea mucho más amigable con el medio ambiente en comparación con el proceso de fabricación de un colchón de espuma de memoria, aunque muchos expertos consideran que este producto tiene toxinas, pero aún no está comprobado.

Al igual que con cualquier producto, la mejor investigación objetiva es la persona que decide, basándose en gustos personales, la calidad del sueño y los resultados subjetivos.